martes, 22 de febrero de 2011

Visionario Asimov

Imagen Wikimedia Commons, autora Rowena Morrill

Creo que casi todos conocemos el carácter visionario de Jules Verne, dos simples ejemplos como el submarino o los viajes a la luna, nos demuestran como este genio supo plasmar en sus novelas un atisbo del futuro.

Sin embargo es menos conocido (opino) este mismo carácter en otro de los genios literarios de la época moderna, Isaac asimov.

Ya había visto algún vídeo suyo donde explicaba la futura Internet, y la enseñanza a distancia.

Pero lo hoy ha ido mas allá, primero fue esta noticia sobre bioalmacenamiento, a través de esta entrada de barrapunto:

«En algo que pudiera parecer ficción, científicos han desarrollado un método para almacenar información en seres vivos. Utilizando el ADN se tienen un sistema base 4 en el que de manera efectiva se pueden almacenar datos en bacterias. Ya existe un prototipo funcionando y se espera que sea el inicio de una nueva era de almacenamiento de datos.»
Y a continuación lean estos párrafos extraídos de la novela "Fundación y tierra", séptima y última novela del Ciclo de la fundación (o ciclo de Trantor):
- Los seres no humanos son incapaces de almacenar recuerdos con la misma intensidad que los humanos, y una gran parte de cada uno de los cerebros, humanos y no humanos, está dedicada a recuerdos personales que raras veces resultan inútiles, salvo para el elemento particular de la conciencia planetaria que los alberga. Sin embargo, cantidades importantes de datos avanzados pueden estar, y de hecho lo están, almacenadas en cerebros animales, y en el tejido vegetal, y en la estructura mineral del planeta.

- ¿En la estructura mineral? ¿Quieres decir en las rocas y en las montañas? .

- Y, para cierta clase de datos, en el mar y en la atmósfera. Todo esto es Gaia también.

- Pero, ¿qué pueden retener unos sistemas sin vida?

- Una información inmensa. La intensidad es baja, pero el volumen es tan vasto que la mayor parte de la memoria total de Gaia está en sus piedras. Se necesita un poco más de tiempo para captar y restituir los recuerdos de las piedras, y por eso son las preferidas para almacenar datos muertos particulares, por decirlo así, que, normalmente, raras veces serán necesitados.

- ¿Y qué ocurre cuando muere alguien cuyo cerebro contiene datos de valor
considerable?

- No se pierden. Salen poco a poco al descomponerse el cerebro después de la muerte,
pero hay tiempo sobrado para distribuir los recuerdos entre otras partes de Gaia. Y al aparecer nuevos cerebros con los recién nacidos y organizarse más con el crecimiento, no sólo almacenan los recuerdos y las ideas personales, sino que también adquieren conocimientos convenientes de otras fuentes. Lo que vosotros llamáis educación es enteramente automático en «mi-nosotros-Gaia».

No se a mis queridos lectores, pero para mi fue un descubrimiento casual de uno de esos "parecidos razonables" que te dejan sin palabras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario